Volar a lomos de Kalecgos era una intensa experiencia,casi se podría describir como erótica.
-Esto si es una fuerza de la naturaleza,no como esos elfos que alardean cuando filrtean con las damiselas-pensé mientras sonreía levemente.
En ese momento se instalo en mi pensamiento mi querido Alphonse,mi aprendiz de mago de ojos intensos y rebelde bestia interior aun por domeñar,era una lastima no poder hacerle participe de todo lo que estaba viviendo ni aun en relato;bueno,tal vez podría conseguirle audiencia con Kalecgos para la lección sobre el poder del fuego que estaba preparándole.
Saboree cada segundo de aquel trayecto,el batir de alas de la criatura nos impulsaba velozmente para luego planear con pausada calma,de pronto en mi interior escucha su voz tan clara como en su forma humanoide cuando estaba en pie a mi lado:
-Siempre supe que tu destino se ligaria al del vuelo azul,Even,¿recuerdas el día en que, con tus valientes compañeros, me salvastes del control de aquel demonio?.
-Lo recuerdo muy bien Kalec,ese día Anveena...-le conteste con tristeza sin mediar palabra,telepaticamente.
-Lo sé,ese día la perdí...pero me he dado cuenta de algo,cuando los dragones necesitamos,y especialmente yo, ayuda ahí estas tu...por eso quise confiarte a ti el cuidado de Awbee,esta cría ya ha pasado por un trance no muy agradable,fue secuestrada por agentes de Nefarian para ser objeto de experimentos cromáticos pero fue rescatada por unos aventureros enviados por Haleh y después rescatada por ti de una muerte certera...vuestro destino es estar juntos,es evidente.
La calidez y la brisa de un atardecer de verano acariciaron mi piel,estábamos en la isla Quel`Danas,descendimos, Kaelcgos tomo su forma humaniode y nos presentamos ante el Exarca Larethor:
-La elegida ha aceptado,disponlo todo para el ritual.
-Así se hará mi Señor-e inclinándose se retiro con rapidez.
Tomamos el enlosado camino que conduce a la Fuente del Sol,el semblante del dragón era sereno pero triste,tomando la palabra me dijo:
-Lo que vas a vivir ahora es algo que ningún humano,elfo,gnomo o cualquier otra raza humanoide ha visto jamas,guardalo en tu corazón Evenstarson.
Justo en la puerta una figura muy familiar nos esperaba,un humano de tez tostada casi negra y ojos brillantes.
-Vaya,vaya,vaya...asique tu eres la elegida...humm interesante,¿mi gran amigo Bicar no te acompaña?,lastima...me apetecía uno de nuestros duelos lingüísticos...
-¿Que haces aquí Serinar,?-le increpó Kalec
-Es que he sido un dragón negro muy travieso...-su tono era meloso- no he podido evitar escuchar vuestra solemne y pomposa conversación allí en Cementerio de Dragones...
La postura del dragón azul cambio a una defensiva ante el dragón negro
-No se como Nalice soporta tanto estiramiento-continuo diciendo en su habitual tono desafiante- el caso es que no he querido perderme tal acontecimiento..y mas tratándose de la cria que se trata...¿es Awbee no es cierto?,si...de no serlo no te tomarías tantas molestias Kalecgos...¡es el futuro Señor del Vuelo Azul!-grito señalando hacia mi bolsa en la cual el pequeño dragon azul se mantenía inmóvil mirando fijamente a Serinar.-por eso estoy aquí.
-Olvida lo Serinar-sentencie-no pienso entregarte esta cría.
Las siniestras carcajadas del humanoide retumbaron en la entrada de la estancia.
-Pequeña maga...¡insensata!...¡sabes de sobra que no podrías detenerme aun con este insignificante dragon de tu lado!,ahora que Alamuerte ha vuelto...llevarle como presente esa cría haría sus delicias y me concedería un estatus superior al que ostento,el que me merezco...el ideal para derrocarle y tomar posesión del cargo de Señor del Vuelo Negro...seria delicioso...-Serinar se encontraba en una especie de éxtasis,divagando sobre el poder.
-Te destruiré si te acercas a ella o a Awbee-advirtió Kalecgos
-Como me gusta provocarte Kalecgin...solo he venido a avisarla,tranquilizate,vigila tus espaldas maga,Alamuerte te buscara y te encontrara si sabe quien es ese canijo que protegerás a partir de ahora,dile a mi querido amigo Bicar que te cuide bien...si puedes decírselo sin que tengas que contarle todo esto..lo cual no puedes hacer-y volviéndose dragón se alejo volando.
-Entremos Evenstarson,y no dejes que ese dragon turbe este momento,sigueme.
Recorrimos todo el lugar en solemne silencio,recordando los momentos vividos cuando Sathrovarr lo esclavizó y cuando su amada Anvenaa se sacrificó al aparecer Kill`Jaeden,de aquello ya hacia mucho tiempo pero el rostro del apuesto humano reflejaba la tristeza del corazon de un dragon,hubiera dado lo imposible por consolar su amargura en aquel momento,pero era algo por lo que el draco tenia que pasar.
Al fin la sala central,cerrada y con el Exarca Larethor en la puerta,junto a el dos elfas de sangre que se inclinaron ante mi guia y me pidieron que las acompañara a la sala contigua.
La habitacion estaba iluminada por los rayos de luz mas leves que habia visto y aun asi parecia de dia,me pidieron que me despojara de mi ropa y me invitaron a tomar un baño en la tina que habia dispuesta en un rincon del cuarto,la tibiez del agua me relajó de inmediato serenandome hasta el punto del placer,me asistieron para salir y secaron mi piel con toallas de fina seda.
Cubrieron mi desnudez con una tunica de una sola pieza,tejida sin costuras de un azul intenso y con la imagen de Malygos cubriendo toda la espalda,mi melena suelta y unas gotas de un perfume de hortensia justo tras mis orejas.
Kalecgos me esperaba dentro de la habitación cerrada;el Exarca me indico que debia entrar sola.
Al abrir la puerta me cegó por un instante la intensa luz que brotaba del centro de la sala,hasta que mis ojos se acostumbraron y avance dentro,la puerta se cerro tras de mi y la varonil voz del dragon me turbó:
-He de decir que estas realmente preciosa-mientras sonreia me invito a avanzar hasta su posicion-ahora ponte en el centro y repite el juramento.
La pequeña cria revoloteaba a mi alrrededor pero al entrar en el torrente de luz se relajo y se poso en el hombro de su señor.
Extrañas sensaciones me recorrian,sentia la caricia de la luz...¿imposible?no...era duce y tierno su contacto..calido...un suspiro acompaño a mi vuelta a concentrarme en el ritual
-Evenstarson ¿Prometes solemnemente guardar el don que se te concede y solo usarlo si es necesario?
-Asi lo prometo-afirmé pero en mi interior me pregunte- ¿un don? ¿que don?-
-Como protectora,maestra y tutora de Awbee, futuro Señor del Vuelo Azul, te concedo el don de transformarte en Draco,para defenderle y reclamar la ayuda de cualquiera de nosotros si es necesario.Fuegosa sera tu nombre entre nosotros.
Sali de la luz con energias renovadas y fui recibida por la enigmatica sonrisa de Kalec,que colgo de mi cuello un pequeño dije,el Dije de Kalecgos.
-Mientras tengas esto yo sabre en todo momento donde estas y como,sabre si me necesitas solo susurra mi nombre,ve a vestirte Awbee y yo te esperamos aqui.
Al volver con mi ropaje habitual me arrodille ante el para recibir una especie de bendicion,poso su garra sobre mi cabeza,al levantarme el pequeño dragon bajo mi tutela se lanzo a mis brazos y yo le prodigue abrazos y achuchones mientras saliamos de aquella sala tan especial...
