miércoles, 14 de abril de 2010

Pequeños detalles

Con cuidado llevo la rudimentaria tetera por ultima vez hacia la tina y vacío su contenido, el vapor desprendido por el agua caliente impregna la estancia de un ambiente relajado,tranquilo, como si el tiempo se hubiera detenido.
Con mimo saco de mis bolsas unos preciados enseres:
•Un bote colmado por un rosado,y caro, perfume creado por las sacerdotisas de Elune,al retirar el pequeño tapón de corcho,el aire se llena de matices florales a cada cual mas intenso.
•Un tarro opaco,contenedor de unas raras piedrecitas verdes,recogidas de las prondidades de las cuevas de los arrecifes de Kalimdor custodiadas por los Nagas,un tesoro que dota al agua caliente de mis baños de propiedades curativas.
•Una pastilla de jabón,pero no es uno cualquiera.Un regalo de mi niña Eléboro,esa picaruela sabe de mi debilidad por un buen baño y "cogió prestado" para mi el jabón favorito de Lady Jaina Valiente,a ciertos privilegios solo se puede llegar con estas artes y mi "Ele",como cariñosamente llamo a mi picara, lo sabe.
•Una esponja natural procedente de las frías aguas de la costa de Tundra Boreal
•Una copa de fino cristal y una botella de mi vino blanco preferido,el de Dalaran.
Finalmente preparo mi fino y transparente batín de gasa azulada que hará las funciones de albornoz,me aseguro de que todo esta al alcance,entonces comienzo el ansiado ritual.

Lentamente me quito la capa y me deshago de mi basta toga,las botas,la camisa,los pantalones,recogo mi pelo en un moño mal echo y me libero de mi conjunto de ropa interior,fina lencería regalo de un antigüo pretendiente.
Mis senos ahora liberados se tornan víctimas de la gravedad,mi completa desnudez me otorga ese aire aniñado,e inocente de una damisela que descubre sus formas a su primer amante.

Compruebo la temperatura del agua con el pie,como si de una bailarina que ensaya las puntas se tratara,con calma,disfrutando del roce del agua en mi piel me deslizo en la bañera para por fin sumergirme por completo hasta el cuello.
Dando un sorbo a mi copa de vino me parece oír un ruido y me tenso:

-¿Quien anda ahí?
Espero unos segundos,solo un delicioso silencio por respuesta,poco a poco recobro la paz y me concentro en disfrutar de mi baño,sin percatarme de la sombra que se mueve a mi espalda...

sábado, 10 de abril de 2010

¿Rutina?...

Sentada en aquella silla de chirriante madrera me encontraba atareada confeccionando vendas de tejido de escarcha,mi objetivo era llegar a 500 y aun llevaba 250 cuando un punzante dolor me recorrió la espalda:

-Debería tumbarme un rato para cambiar de postura-murmuré

Y así lo hice, me recosté en el cochambroso lecho que dominaba la habitación de la posada en la que elegí dormir aquella noche; justo en el momento que mi cabeza caía sobre el almohadón recordé que no había preparado la solución antiséptica en la que humedecía las vendas una vez tejidas,pero el cansancio me doblegó y cedí al sueño.

Al principio me vi sumida en un placentero descanso,reposaba en un idílico paraje degustando un zumo de frutas de un agradable y refrescante sabor,pero sin previo aviso el paisaje se tornaba gris,obscuro y tétrico, y me veía deambulando sola en el interior del Templo Oscuro hasta llegar a su cima encarandome a Ilidian Tempestira,él, jocosamente se jactaba de mi soledad en sus dominios:

-¡Asume tu derrota Maga,no estas preparada!-gritaba desenfundando sus gujas

Lanzando mi presencia mental,mis venas heladas,mi potenciación arcana y conjurando a mis tres reflejos exactos me disponía a luchar...
Empapada en sudor y aun jadeante me incorporo sobre el catre,

-De nuevo ese sueño tan extraño...-susurro

Me levanto de la cama y pongo en la chimanea agua a calentar para regalarme un extenso baño,me dirijo a la mesa y comienzo a intrducir las vendas antes creadas en la sustancia milagrosa que convierte simples trozos de tela ribeteada en gran alivio para las heridas de la batalla.

Miro la tina situada a mi izquierda y sonrio mientras pienso que es lo suficientemente grande como para caber estirada por completo...    

viernes, 9 de abril de 2010

Shhh


Así es,estoy dejando que el silencio hable,me susurra secretos,me vomita sus odios,me confía temores...que cantidad de cosas se pueden decir en un silencio...
He salido de mi retiro y he guardado silencio,con los ojos muy abiertos para no perderme detalle,con cada poro de mi piel crispado para no dejar escapar ni la mas leve sensación,afinando el oído para eschuchar hasta el aleteo de una mariposa,saboreando cada segundo de mi regreso...aun me falta algo,me siento incompleta,a medias..me falta el tacto,extender las manos y a mi alrrededor no encontrar el solitario vacío..
Quema,axfisia,estremece,adormece e incluso mata;a veces estando rodeada de gente me he sentido inmensamente sola.
Mi vuelta al cruel mundo de Azeroth me ha recordado cuan frágil soy,no porque mi armadura sea de fina tela,sino por lo vulnerable que puede ser el corazón de una mujer,el mío en concreto,que esta maga no aprende la lección,y que ciertamente encontré los brazos prometidos esperandome y algunos con los que no contaba y que me agrada mucho saber que están ahi.
La fragilidad femenina,ese gran misterio escondido bajo el caparazón mas duro que existe,la propia mujer.Podemos ser dulces y tiernas y también diabólicas y amargas,lo damos todo o somos herméticas,en cada una de nuestras facetas somos únicas y eso es algo que nadie puede arrebatarnos.

El corazón de una mujer es un profundo océano de secretos y como tales ahí quedaran guardados pocos se preocupan de bucear en mi particular océano tal vez por miedo,tal vez por pereza,tal vez por dañar...ciertamente nadie ha dicho que estén ahí para ser encontrados simplemente están ahí.

Even ha vuelto y no esperes a una maga comedida y timida,pues busca hacer salir su lado mas tiernamente salvaje...afrontalo o huye.