Caza.

A lomos de mi draco sobre volaba las tierras altas crepusculares,cumpliendo en soledad las tareas de los mecenas y gentes de la zona que necesitaban mi ayuda.Con lo que iba ganando me daba para alimentar a mis mascotas y algo para mi.
Me encanta la vida de cazadora,disfrutando como nadie de la soledad,el silencio y la comunión con los animales y la naturaleza.
De pronto le vi,un precioso león adulto de abundante melena paseaba con calma.
Sus patas eran enormes,su musculatura fornida y sus ojos...¡azules!

-Este no es un león común...desciende-ordene a mi montura.

Desmonte y me escondí entre la maleza para observar el porte de aquel animal que movía sus orejas inquieto,mi presencia no le pasaba inadvertida.
Espere el momento en que parecía que se había distraído y de un salto me plante delante de el iniciando mi cuidado ritual de domesticar bestia.

Los zarpazos de aquel enorme León rasgaron mi ropa y provocaron laceraciones considerablemente profundas aun intentando esquivarlo,si lanzaba mi trampa explosiva y la trampa con culebras le heriría incluso pudiendo matarle,descarte la idea.

Su manera de defenderse le delataba como un noble animal atacando de frente pero buscando mis puntos débiles,en sus ojos la ira de aquel que se defiende.
Lance mi trampa de hielo con la esperanza de que no fallase,así fue el León quedo congelado,mire mi pecho:
Mi armadura estaba rota en algunas zonas de las cuales manaba mi sangre en una de ellas con preocupante fluidez,fue entonces cuando me asalto la duda de si debía domar a aquel animal o dejarlo libre.
Le observe allí congelado,el imán que ejercían aquellos ojos sobre mi era algo que no podía negar:

-Si no establecemos vinculo le dejaré marchar-pensé.

Así pues mientras seguía congelado para evitar dañarnos mutuamente utilice el arte de la doma sobre el,al deshacerse el hielo parecía confundido,aguardaba mirándome a una prudente distancia

-Aperemak...-susurre-así te llamaras,no tengas miedo,ven...

El animal se agazapó cual gatito domestico y casi a rastras se acercó a mi,alcé despacio la mano y la posé sobre su hocico en señal de confianza,acto seguido se pego a mi para recibir una lluvia de caricias.

-Vaya,vaya-una masculina y ronca voz rompió el momento.

De entre los arbustos surgió un enano que aplaudía.Era pelirojo de larga melena igual que su barba,abundante y lacia,sus ojos profundos,verdes,sus facciones marcadas,su piel curtida y con gesto irónico.

-No esta mal para ser elfa...-dijo socarronamente-reconozco que has dominado la situación pero a mi no me habría herido...

Aperemak se interpuso entre ambos enseñando los dientes.

-Hay mucho bocazas suelto,además para un cazador una cicatriz es un trofeo y mas si ha sido realizado por un animal como este ¿no crees camarada?

El enano observo detenidamente al magnifico animal.

-Tienes razón es todo un ejemplar-admitió-pero debes curarte o tus trofeos te mataran desangrada

-He aprendido a sobrevivir no te preocupes-dije a la defensiva

-Y no lo dudo,pero no vas a negarte a recibir la ayuda de un compañero de hermandad y profesión ¿no?,me llamo Kauyon

-Vaya, tu eres ese cazador que estaba tan callado sentado junto a la ventana en aquella reunión de la hermandad hace un mes-señalé

-No soy demasiado social-refunfuñó mientras me ayudaba a desinfectar y vendar mis heridas

-Bueno,tampoco te perdiste mucho,después de aquel discurso de Potopo varios comenzaron a comentarlo,Eleboro e Ishdril se esfumaron y Diosa y Bicar se pusieron a decirse cochinadas en susurros...ya sabes,nosotros los cazadores nos enteramos de todo...

-Así es -aseguró-,como de tu cara triste y tu rápida "huida" del escenario...

Antes de que pudiera contestar sacó de su espalda su enorme rifle y disparó a la izquierda,acto seguido un hermoso venado cayó al suelo con un tiro limpio.

-¿Tienes hambre?-preguntó sonriendo levemente

-Voy encendiendo el fuego...

Cita y deseo.

La costa de Desolace era el lugar ideal para tomarse un descanso,volar era placentero pero mi espalda se resentía y Cronos también necesitaba un respiro,además justo allí tenía una cita.

En cuanto descendí de su lomo,el draco se estiró y se tumbo el suelo para que le otorgara el mayor de sus placeres,caricias en el nacimiento de sus alas y justo debajo de su boca.

Al girarme contemple el paisaje,los colores del sol difuminandose con las sombras de la noche que llegaba,lentamente adorné mis labios con el color rojo fuego de una barra cosmética,justo en ese instante sentí unos fuertes brazos rodeandome por la espalda y un sensual mordisco en el cuello que me sacaron de mi meditación:

Ya creí que no vendrías-susurre-¿como has engañado a cronos esta vez?.

El gran draco jugueteaba con una pelota de fuertes colores.

-Es una buena baza saber que tu draco bronce añora su infancia.-Contestó el elfo que ceñía mi cintura con sus brazos.

Su hombría crecía entre mis nalgas mientras su aliento y sus susurros me enervaban haciendo crecer mi deseo.

Las poderosas manos del elfo se tornaron suaves como el terciopelo y desde mi cintura ascendieron por la extensión de mi espalda provocando una reacción en cadena que atontaba mis sentidos, hasta llegar al broche que sujetaba mi coraza de malla haciéndola caer lentamente para despojarme de ella,dejando mis senos libres,ansiosos por recibir la caricia de la brisa y las atenciones de mi ardiente amante elfico.

En un ágil movimiento me gire despacio y retire la camisa de lino del fornido elfo que me miraba fijamente mientras su respiración se aceleraba al compás de los movimientos de mis manos,ahora su hombría palpitaba justo ante mi feminidad que le reclamaba y mis senos,antes libres se conviertieron en presos de sus labios y sus manos; esclavos de la húmeda moradora de su boca.

Aprovechando su postura mientras acariciaba mis receptivos pechos,deslizó una mano para liberar el cierre de mis ceñidos pantalones los cuales comenzó a retirar con una sensualidad que me hizo suspirar.
En el momento en que mis piernas se liberaron del peso de la ropa,mís manos acudieron raudas en auxilio de la hombría de mi amante que pedía ser liberada de su estrechez de cuero.
Sus manos olvidaron la delicadeza para volverse de nuevo masculinas y poderosas mientras se enredaban en mi melena castaña y guiaban mis labios hacia su sexo erguido y palpitante.

-¿Crees que el carmín es un mero adorno para mis labios?-susurré mirandole y sonriendo pícaramente-Dejame demostrarte que sirve para mas cosas...

Lentamente mis labios comenzaron a rozar la crecida excitación de mi amante que esperaba ser devorada mientras mi carmín marcaba el terreno,como una loba,tal como me había comportado antes con este cazado,antes cazador,elfo.

-Sejmët...-suspiró.

Relatos paralelos*

Aquel atardecer sosegaba al mas inquieto espíritu,pero no a ella,las turbulencias de su corazón se extendían hasta lo mas profundo de su ser,derruyendo a su paso los pilares del la maga.

-Intuía que estarías aquí

La maga no se giró,aquella masculina voz le era conocida

-Kalecgos,¿a que has venido?

-Y tu,Evenstarson,a que has venido tu,además te recuerdo que estas en mi balcón,junto a mi orbe y has cortado la rosa carmesí mas hermosa de mi rosal...-un tono irónico y burlón choco de bruces con la tristeza del rostro de la humana

-De momento aquí en Bancal nadie me buscara,al menos durante unos días y Abwee debe quedar a tu cargo ahora...

El pequeño dragón azul apareció como una exhalación excitado ante la basta extensión que podía sobrevolar,saludando con idéntica efusividad a su superior y refujiandose después en los brazos de la hechicera.

Justo en ese instante una afilada espina de la rosa se hundió en el dedo corazón de la humana cuyo leve grito de dolor no pudo reprimir,asustado el pequeño dragonante hechó a volar.
Kalecgos,el imponente dragón en su forma humana de azules cabellos y profundos ojos color de mar se acercó despacio a ella y tomando la rosa le dijo:

-Sopla maga de fuego,dale tu aliento a esta flor,la misma que te ha herido,calzinala,quémala...

Ella obedeció,el poderoso aliento del dragón brotó de entre sus labios y al instante la rosa se prendió pero no era consumida por las llamas...

-Esta es tu Rosa de Llamas,no dejes que se apague,Even y quedate cuidando de Abwee,aun le necesitas...

El dragón tomó su draconica forma y alzó el vuelo perdiendose en el horizonte de la Isla Quel'Danas mientras la maga quedaba sola,sangrando y con una flor,su flor en llamas.
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Los cinco se detuvieron ante la entrada de aquella pirámide,conscientes de los peligros venideros.El caballero de la muerte de ofreció a ir delante,seguido por el resto quedando ella la última.
Tras numerosos combates y refriegas llegaron a la cámara de Rahj,el presuntuoso dios sol,el dueño y señor de aquella magnifica obra tectónica.Tres enormes guardianes custodiaban el objetivo del grupo.
El Huargen Caballero de la Muerte arremetió contra el aspecto de Anubis,dios de los muertos,mientras el Gnomo Guerrero descargaba en su hacha toda su ira y furia destada,el Gnomo Mago se divertía convirtiendo a su indefenso oponente en diferentes formas animales antes de descargar su potente torrente de magia arcana sobre el,la Humana Bruja y su diablillo atormentaban a su rival infundiendo miedo para descargar sobre el todo el poder del infierno y las sombras reduciendolo a cenizas.Tras ellos silenciosa, la druida,concentrada, sanaba las heridas de sus compañeros,sus amigos.

El combate decisivo iba a dar comienzo,con un gesto hicieron saber al caballero que estaban listos,cargaron contra Rahj que complacido reía,mientras Sefiros aguantaba estoicamente los feroces y enfurecidos ataques del dios sol,a su lado Bicarbonator hacía gala de su destreza con sus hachas no fallando ni uno de los golpes asestados,Dihya combinaba fuego y sombras infligiendo graves heridas y Vatilion concentraba su majestuoso poder en la magia arcana que laceraba a aquel enorme y poderoso enemigo.
Orbes y líneas de fuego amenazaban con devorarles,pero Diosadulcine no iba a permitir que murieran allí...con leves melodías que brotaban de sus labios pequeños haces de un verde fulgor envolvían a sus amigos.

De pronto aquella mole fue al centro de la sala comenzó a agitar las manos,inmensas y potentes oleadas de fuego cubrían toda la estancia hiriendo a todo el grupo,inesperadamente una potente descarga de fuego cayó sobre el guerrero,que emitió un gruñido de dolor manteniéndose aún en pie,Diosadulcine gritó unas extrañas palabras y tomó forma de Antárbol Ancestral,potenciando así sus mágicas sanciones,no permitiendo la muerte de su amado guerrero.
En un último esfuerzo utilizaron toda arma,hechizo y aliado a su alcance,creyendose victorioso Rahj gritó henchido de placer

-¿Podéis sentirlo,el bendito calor del sol?

Al terminar la frase se hizo un silencio y cayó desplomado al suelo,jadeantes pero con el dulce sabor de la victoria se buscaron con la mirada y se limitaron a sonreír.
Sus semblantes se tornaron serios al contemplar el cuerpo de la druida en el suelo volviendo lentamente a su forma elfica,el esfuerzo por salvarles le había costado su propia vida...


*Relatos con los que participo en un concurso literario.