viernes, 9 de abril de 2010

Shhh


Así es,estoy dejando que el silencio hable,me susurra secretos,me vomita sus odios,me confía temores...que cantidad de cosas se pueden decir en un silencio...
He salido de mi retiro y he guardado silencio,con los ojos muy abiertos para no perderme detalle,con cada poro de mi piel crispado para no dejar escapar ni la mas leve sensación,afinando el oído para eschuchar hasta el aleteo de una mariposa,saboreando cada segundo de mi regreso...aun me falta algo,me siento incompleta,a medias..me falta el tacto,extender las manos y a mi alrrededor no encontrar el solitario vacío..
Quema,axfisia,estremece,adormece e incluso mata;a veces estando rodeada de gente me he sentido inmensamente sola.
Mi vuelta al cruel mundo de Azeroth me ha recordado cuan frágil soy,no porque mi armadura sea de fina tela,sino por lo vulnerable que puede ser el corazón de una mujer,el mío en concreto,que esta maga no aprende la lección,y que ciertamente encontré los brazos prometidos esperandome y algunos con los que no contaba y que me agrada mucho saber que están ahi.
La fragilidad femenina,ese gran misterio escondido bajo el caparazón mas duro que existe,la propia mujer.Podemos ser dulces y tiernas y también diabólicas y amargas,lo damos todo o somos herméticas,en cada una de nuestras facetas somos únicas y eso es algo que nadie puede arrebatarnos.

El corazón de una mujer es un profundo océano de secretos y como tales ahí quedaran guardados pocos se preocupan de bucear en mi particular océano tal vez por miedo,tal vez por pereza,tal vez por dañar...ciertamente nadie ha dicho que estén ahí para ser encontrados simplemente están ahí.

Even ha vuelto y no esperes a una maga comedida y timida,pues busca hacer salir su lado mas tiernamente salvaje...afrontalo o huye.

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