jueves, 26 de septiembre de 2013

El viaje de Lûst

Lûst había decidido volver a Gilneas,necesitaba recorrer su cuidad y las ruinas de su casa para recuperar la fuerza y las ganas de luchar que recorrían sus venas en el pasado.
Esa rabia la había ayudado a seguir adelante y la mejor lección que aprendió fue la de controlarla para que no la destruyera.
En soledad había vivido momentos amargos,superándolos y aprendiendo de ellos las duras y sabias lecciones que impartían.
Por contra,en compañía había degustado el sabor de la amistad,el compañerismo y el apoyo,que reconfortaban el alma como una crepitante hoguera en un día de invierno.

El viento era cortante y veloz,a lomos de su glifo sobrevolaba la capital.Que agradable era volver a contemplarla,majestuosa,marcial y elegante como siempre, aún en su estado.


Llegó a su destino y descendió de su montura,acarició el suave plumaje del animal y levantó la vista lentamente.
Lo que quedaba en pie de su hogar le recordó los fuertes cimientos que les inculcaron sus padres a su hermano Alphonse y a ella.
Recorrió despacio las dependencias hasta llegar al patio.Atravesó el destartalado umbral y contempló el rosal de su madre,un manto de hojas muertas cubría el suelo a su alrededor,sus tallos marchitos y marrones comenzaban a doblarse pero aún quedaba un hálito de vida en el,aún se resistía a dejarse morir,en el tallo más alto conforme iba llegando al extremo el verdor se iba volviendo más claro y como posible corona fúnebre una hermosa rosa de un rojo oscuro,asemejando el color del terciopelo más fino,abría sus pétalos a la vida de la luz del sol que colaba algunos de sus tenues rayos entre las espesas nubes negras que cubrían el cielo.

Acarició sus petalos,el camino estaba siendo difícil,repleto de obstáculos y pruebas pero aún seguía en pie,debía luchar por sobrevivir y por aquello que amaba,por los amigos,por la familia,¿por la justicia?no,la justicia es solo una utopía,nadie tiene la verdad absoluta ni el conocimiento certero-pensó-la justicia por mano propia no lleva por buen camino pues da pie a la venganza y ella se viste de amargura,desvestirla por contemplar la desnudez de la verdad puede manchar tus manos de un invisible carmesí que perseguirá a tu conciencia de por vida.

-¡Basta!-gritó-sigo viva,las heridas sanaran y sus cicatrices me recordarán que he luchado,a partir de ahora no dependeré de nadie en este mundo, pues, hasta mi propia sombra me abandona cuando se cierne la oscuridad.

Tomó uno de los pétalos de la rosa y lo guardó entre las hojas de su libro de técnicas de combate.

-No olvidaré esta promesa que hago hoy.

En ese instante el cielo rompió a llorar y ese llanto caló entre su pelaje mientras, con los ojos cerrados,alzaba el rostro...

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