Ardiente ira.

-Madre mía,que desastre,el banco de la hermandad esta a rebosar,ayudare a Potopo a limpiar un poco.Mientras cuentame,¿que tal todo?

-Algo preocupada,Delain y Musa fueron a entrevistarse con la reina Alextraza,los terremotos parece que están enloqueciendo a los elementales y estamos preocupadas,como chamanes ya sabes que estamos ligadas a los elementos,estoy ansiosa por su regreso y tener noticias-Dijo Sejmet visiblemente inquieta.

-Tranquila,pronto regresaran,Musa es una excelente escolta y apuesto a que no ha sido muy sutil con la reina,menudo carácter tiene esa paladin-una carcajda conjunta acompaño mi comentario-Anda,mira un libro de maestría en glifos,ten aprendelo,así distraes tu mente durante un rato al menos.

-Gracias Even,me retiro a estudiarlo,¡nos vemos!-Se despidió la Draenei

Aquel estruendo me estremeció por completo interrumpiendo mi tarea,salí a ver que ocurría y no daba crédito,millares de vermis esqueléticas sobrevolaban Dalaran destrozando a su paso edificios con su aliento helado.

-Un momento,para que sean vermis de escarcha antes han sido....no puede ser.

Salí a toda prisa en mi montura hacia el alto de Krasus,a la salida de las cloacas estaban Bicar y Manoel contemplando atónitos el dantesco espectáculo y a punto de ofrecer su ayuda a los magos de Kirin Tor que luchaban codo con codo con los campeones de la Alianza y la Horda.

-Even ¿a donde vas?-grito Bicarbonator.

-Tengo que comprobar algo,y es urgente,volveré en seguida a poner mi magia al servicio de la defensa de mi ciudad,la cuidad de los magos.

-No podrás emprender el vuelo,es imposible con tales monstruos sobrevolando el cielo.

-Podré,no te preocupes.-Aseguré

Al llegar a la zona de vuelo,monté en mi protodraco morado y volando muy bajo salí de la cuidad rumbo al Nexo mientras en mi camino esquivaba a los monstruos alados y observaba los destrozos en el suelo de Cementerio de Dragones.

Al llegar a mi destino todo parecía en calma,demasiado tranquilo,descendí hasta la entrada de la mazmorra y el horroroso escenario me dejo sin aliento,millares de Dragones azules yacían muertos,lentamente me acerque mientras las lágrimas recorrían mis mejillas,tome en brazos a una cría y la estreché contra mi pecho.

En ese momento una extraña luz dominó el lugar,obligandome a retroceder,al ceder el destello contemplé como los dragones yacientes se alzaban convertidos en vermis de escarcha idénticas a las que aterraban Dalaran.

-No me importa el color de los dragones,son admirables seres que no merecen esta masacre,el responsable pagara sus actos,¡conocerá mi ira!

El grito que ardía en mi garganta se liberó retumbando en las paredes del foso del Nexo a la vez que una potente llamarada salia de mi,liberando un intenso fuego.Justo en ese momento la cría de Dragón azul que yacía en mis brazos comenzó a moverse,aun vivía y de pronto revoloteó a mi alrededor, monte en mi protodraco y al emprender el vuelo,me pareció ver una deforme masa de carne que reía a carcajadas.

-No puede ser..es...¿el?-murmuré

Con un negro pensamiento rondandome me puse en camino a la cuidad de los magos,seguida de aquella cría a la que a partir de ahora llevaría siempre conmigo.