Cambie mi rumbo y me dirigí a Corona de Hielo comprobando que también allí había vermis,el pequeño Dragón azul seguía mi vuelo sin problemas agradeciendo con un gruñido la fría atmósfera de la zona.
A lo lejos divise mi destino,el enorme Rompecielos,nave de guerra de la Alianza,a bordo se encontraba Thassarian y necesitaba algo de consuelo tras lo visto en el Nexo.
Allí estaba el Caballero de la Muerte oteando el horizonte mientras trazaba un plan para combatir a aquellas vermis,a su lado Escabroso aguardaba la mas ínfima orden de su amo para actuar.
-Hola Thassarian-dije casi en un susurro.
-Even,tu por aquí,¿ocurre algo que no tenga que ver con esos bichos que cubren el cielo?
-Vengo del Nexo,de contemplar como mis hermanos los dragones son masacrados y después levantados como vermis de escarcha,además están atacando Dalaran,no solo dan problemas aquí...
-Y ¿porque has venido aquí?-pregunto sin mirarme.
-¿Tengo que decirlo Thass?
Un silencio mas frío que el hielo que nos rodeaba hizo acto de presencia.
-Even...yo...no puedo darte lo que deseas,sabes mi condición de caballero de la muerte...y tambi-no le deje terminar.
-Thass,no sigas...debo volver a Dalaran mi magia es necesaria.-besando su mejilla di por zanjada aquella conversación.
Montando en mi protodraco me aleje mientras mis lagrimas surcaban el viento congelandose y convirtiéndose mágicamente en pequeñas llamas que se extinguían poco después.
-Sufre a gusto,mi querida maga.-murmuro Thassarian triste.
Al llegar a Dalaran sin inmutarme mis llamas carbonizaban a las vermis a mi paso,abriendo paso entre ellas otee a Bicarbonator y a Diosa peleando ferozmente.
Supongo que esto es bueno, alguna gente sabe ser fuerte.
ResponderEliminarÁnimo, que el tiempo todo lo cura y anda que no hay peces en el rio (aunque en este caso Thass fuese un poco pescado congelado, pero no deja de ser un excelente amigo). Ya verás como te sientes mejor en cuanto achicharres unas cuantas vermis e impartas justicia a fogonazo limpio ;).
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