sábado, 12 de diciembre de 2009

La piedra misteriosa y la curiosidad de Idem

Crecí junto a mi padre,aprendiendo a leer y escribir,así como a cocinar,limpiar y las tareas normales de una casa con ganado;era consciente del amor que me profesaba pero estaba demasiado ocupado con sus entrenamientos y sus espadas y me sentía sola.

Cierto día,estando en el bosque ordeñando a nuestra vaca un extraño brillo llamó mi atención,dejando de lado mis tareas me dirigí hacia el lugar del que procedía la enigmática luz;oculta entre el forraje encontré una pequeña piedra que emitía una palpitante luz rosada.
No sin desconfianza,la tomé y la guardé en mi bolsa,rápidamente me dirigí al Barrio de los Magos para preguntar a los sabios taumaturgos que era aquella rara piedra.
Tras mostrarsela,unos de ellos me informó de aquel objeto no era de su competencia,indicandome que me dirigiera a la Posada El Cordero Degollado,para entregarsela a los eruditos en Nigromancia:

-El objeto que portas es peligroso sino se conoce su uso,podrías desatar los poderes del infierno y no sabrías controlarlos.

Con paso firme y una gran curiosidad me dirigí hacia aquella Posada;al entrar me sorprendió que no hubiera mesa ni silla alguna,una solitaria barra tras la cual un sombrío camarero aguardaba algún cliente.

-¿Donde puedo encontrar al gran instrucctor de brujos?-pregunté al raro personaje.

-¿Eres bruja?-respondió cortante-si lo eres sabrás donde encontrarle,sino no lo sabrás,no desean llamar la atención ni ser molestados asique largo de aquí.
Por todos era sabido que este posadero era un brujo frustrado, se encargaba de proteger el lugar de reunión de esta clase tan misteriosa a cambio de asistir a alguna de las clases de conjuros, no tenía poder suficiente para controlar ciertos aspectos de la brujería.A causa de esto su carácter era agrio y desagradable.

Malhumorada salí de la Posada,pero no iba a darme por vencida tan fácilmente,soy muy testaruda y tenía que averiguar para que servia esta piedra.
Una idea me asaltó; ya sabia que hacer para conseguir mi propósito;a través de la Hermandad contacté con Evenstarson y le pregunté donde podía conseguir una poción de invisibilidad y ella misma me la proporcionó.

Oculta en una de las callejuelas cercanas al Cordero Degollado ingerí el brebaje;que dejó un sabor agridulce en mi garganta;y una vez invisible penetré en el local,el distraído tabernero no notó mi presencia,pues unos pergaminos y una botella de vino casi vacía le tenían demasiado ocupado.
Descendí por unas escaleras y al llegar abajo me encontré en la entrada de una habitación solo iluminada por una hoguera situada en el centro,enigmáticos personajes conversaban en voz baja,aprovechando mi invisibilidad aguardé en silencio para observar que hacían pues era consciente de que al entregar la rosada piedra me expulsarían de allí sin demora.
Tras una silla y apoyada en la pared permanecí atenta a lo que allí sucedía....

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