domingo, 13 de diciembre de 2009

Sejmët.


Me dirijo al lugar indicado por Firmanvaar,mientras busco el significado de mi nuevo nombre intentando descifrarlo,mi única arma es una rudimentaria maza de sólida madera,con ella combato a todo aquel que me desafía intentando detener mi viaje,sorteo trampas y emboscadas tendidas por las criaturas del bosque contaminadas de sombra y mal.
Por fin alcanzo mi objetivo,una inquietante calma domina el lugar,una estrecha senda entre dos montañas que muere en lo que parece un pequeño valle solo poblado por algo de pasto.Sin dudarlo mis seguros pasos me hacen avanzar hacia ese paso,por sorpresa ante mí un gigantesco árbol espectral hace su aparición,aun con su gran tamaño no provocó el mas mínimo ruido.
Su mirada se clavó desafiante en la mía;comprendí entonces que iba a producirse un duro enfrentamiento pero no adopté postura de ataque alguna para conocer antes sus intenciones;tomando la palabra dijo:

-Ha llegado el momento de tu prueba,ahora sabrás si eres merecedora y estas lista para poseer el don del poder de la tierra.Yo soy su espíritu,la forma visible para los vivos que lo anhelan,por tanto soy portador de tan preciado poder.-su voz era suave pero a la vez similar a un terremoto-¿De que lado estas,Sejmët?.
Desapareció y tras el pude ver el valle antes vacío,ahora repleto de Elementales de Fuego,Aire y Agua que atormentaban y destruían a los de Tierra,sin reflexionar me dirijí corriendo hacia ellos con la sola idea de defender a los indefensos Primordiales Terrestres que eran inferiores en número;me enfrente a uno de Fuego,otro de Agua y otro de Aire, los tres liberados tras inclinarse agradecidos,desaparecieron.
Preparandome para seguir luchando,el combate quedó congelado,el tiempo se detuvo.

-Has demostrado tu fidelidad jovencita-el Espiritu del Arbol había vuelto-acercate.

Guardando mi maza obedecí y al llegar a su lado me entregó un objeto,una pequeña talla de madera con una extraña forma que irradiaba un fulgor verde.

-Llevasela a tu maestro.-diciendo esto desapareció y el paraje quedó de nuevo solitario.

Antes de iniciar el camino de regreso,un sentimiento me estremeció y conocí el significado de el nombre que portaba ahora.Regresé sobre mis pasos hasta llegar al Valle Ammen donde se encontraba Firmanvaar mi mentor,me dirijí a su casa pero no estaba allí,asique fui hacia el resto mas grande de la nave que quedó en la zona,donde se había instalado la enfermería,de seguro estaría ayudando a Zalduun,el instructor de Sacerdotes,a curar a los heridos que continuamente van llegando.
Efectivamente allí estaba:

-Maestro,traigo un valioso fardo que te pertenece.

-No...no me pertenece a mi sino a ti,el espíritu de la Tierra ha confirmado mis sospechas Sejmët,eres una Chamán,lo que posees es el poder es la capacidad de invocar poderosos totems para que te ayuden a combatir a tus enemigos;en este caso con la fuerza de la tierra-extendió sus manos sobre mi y en mi mente se formarón unas extrañas palabras-Pronucialas sin miedo-me dijo.

-Piel de piedra-al momento un tótem surgió a mi lado,sus vibraciones hicieron que mi piel se volviera sólida como la roca,como si una montaña cubriera cada centímetro de mi cuerpo.

-Ahora comienza tu aventura Sejmët,debes iniciar un largo y peligroso viaje,ven, vamos a casa y te daré algunos detalles.

Asombrada aún seguí a mi respetado anciano,sedienta de conocer el destino que me aguarda....

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