jueves, 26 de agosto de 2010

Intensidad.

Nos sentamos en una de las mesas libres y sentados el uno junto al otro degustamos en silencio un largo trago de nuestras respectivas bebidas,su mirada escrutaba la mía y quise perderme en ella como tantas otras veces había echo,pero no...teníamos que hablar.

-Se que no puedo retenerte,ya que tu vida es tuya y antes que tuya la has consagrado a las causas justas y a luchar por los desvalidos.Es tu camino y lo he aceptado con resinación,ya que no estoy en postura de reprocharte nada teniendo en cuenta que mi camino el igual al tuyo aunque nuestros pasos sean distintos--dejé de lado mi tono triste volviéndolo serio y mirándole a los ojos fijamente mientras él me escuchaba atentamente-pero lo que si puedo pedirte es que confíes en mi y no dejes que te pase nada si yo puedo evitar que te hagan daño.

Recordé en voz alta mi función de escudo mientras que la suya es ser espada,ambos nos complementamos...

-Quiero que salgas ahí fuera y luches por aquello que crees justo...quiero que algún día tu nombre sea alabado por los pueblos libres de este mundo y que la historia te recuerde como aquel que hizo del mundo un lugar mejor...pero también quiero que cuentes conmigo para todo y pienses en esta gata,la que espera algún día conocer días mejores en los que podamos manifestar el amor que sentimos el uno hacia el otro como realmente nos merecemos sin tener que esquivar las llamas de la guerra-posando mis manos en las suyas le miré espectante-¿me lo prometes?.

-Lo haré mi amada diosa-dijo tras un silencio apretando mis manos entre las suyas para después besarme suavemente en los labios-Siento mucho haberte preocupado ya que no era mi intención que salieses lastimada en caso de conflicto...-continuó hablando,antes de que terminara de asimilar sus palabras sus labios sellaron los mios con un apasionado beso que fue escandalosamente vitoreado por los comensales presentes-te quiero mi diosa.

-Yo también te quiero...mi cielo-dije abrazándole con fuerza.

-¡¡¡Un brindis por los enamorados!!!-gritó un borracho mientras el resto de comensales le jaleaban.

Al volver a mirar el rostro de mi Bicar tras observar al escandaloso alcoholizado un guiño me hizo saber que pretendía.

-¡¡¡Posadero!!!-gritó al increpado que se acerco para escucharle.

Hablaron algo entre susurros pero no agudicé mi oído para escucharles pues la divertida escena de los comensales me hacia reír mientras me miraban y alzaban sus jarras en mi "honor".

-Gracias posadero,que nadie nos moleste hasta el amanecer-dijo mi amado guerrero deslizando unas monedas de oro en el bolsillo del delantal del hombre-y que mañana nos preparen un buen desayuno.

-Desde luego el don de la sutileza te esquivó a la hora de elegirte amado mio-le dije sonriendo antes de besarle y susurruarle-Te espero arriba amado mio...y no creas que te lo voy a poner fácil esta noche.Puede que hayas ganado mi corazón-deslizándome a su espalda susurre en su oído-pero los secretos mas húmedos de mi cuerpo esperan que te apliques a fondo si quieres ganarte el derecho a morar en ellos esta noche.

Una intensa noche nos arropo entre el deseo,la lujuria y el placer,fuimos dueños el uno del otro de todas las formas y posturas posibles entregándonos a un fuego que no pretendíamos extinguir sino al contrario avivarlo con besos y caricias prohibidas.

Los rayos del sol nos descubrieron tendidos sobre el lecho,agotados y abrazados después de la batalla de dos cuerpos y el amor,pero el día comenzaba y teníamos cosas pendientes,asique bajamos al comedor y reclamamos nuestro desayuno.

Tras degustarlo y comentar la diferencia de apetito que nos caracteriza le dije a mi amado

-Me tengo que marchar o sino Even se preocupara por mi ausencia.Además,debo preparar frascos para la expedición de esta noche,ya que no paráis de beber mis pociones como si de agua fresca de manantial se tratase.

-Normal,es que todo lo que hagas con esas manos esta destinado a ser una maravilla que embriague los sentidos de aquel que lo disfrute-dijo sonriendo-Aunque no se si a Manoel le echas algo en los frascos porque parece que un Ferocanis le esté mordiendo el culo,ya que el chaval no para ni para respirar.

-Descuida-dije siendo ampliamente-descuida todos mis frascos están hechos con ingredientes creados por la madre naturales y son totalmente sanos-a sabiendas de la debilidad de mi querido guerrero por los susurros me acerqué besé su mejilla y muy bajito le dije-aunque al tuyo le añado esencias frutales y toques de vainilla,para que el buen sabor de boca del frasco te mantenga entretenido hasta que mis labios te entreguen su sabor cada noche-y antes de que dijera nada le besé con pasión.

-¿Te he dicho alguna vez que a tu lado soy el gnomo mas afortunado del mundo?

-Gracias mi amor-le dí un ultimo beso y mirándole fijamente le dije con tono serio-si te ves en peligro o te preocupa algo cuenta conmigo.Puede que seas muy capaz de hacer frente a cualquier amenaza,pero recuerda que esta druida siempre será tu escudo,no lo olvides....

-No lo olvido mi diosa-dijo el levantando se de la mesa-espero que no se dé esa clase de situación,ya que no soportaría que te hiciesen daño.

-Gracias amor mio,pero hace falta mucho daño para que el enemigo me lleve ante el ángel de resurrección y yo no se lo voy a poner fácil al oponente que ose ponerme la mano encima-inclinándome le bese con dulzura-Cuidate amado mio...y cuenta conmigo.

-así lo haré mi amada diosa-le escuche decir mientras cruzaba el umbral-así lo haré...

Dirijí mis pasos hacia el maestro de vuelo para encaminarme a Ventormenta.

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