miércoles, 18 de agosto de 2010

Un Osito


Invoqué la presencia de mi Sable de Hielo y monté,el felino miraba con desconfianza el fardo que ocupaba mis brazos,lo acerque a su hocico y lo olfateó durante unos segundos,para seguidamente comenzar la marcha,el pequeño plantígrado emitió un gemidito de dolor y mi montura acelero el paso sabiendo que necesitaba cuidados urgentes.

Al fin llegue a Ventormenta,con mi tembloroso cargamento,al Barrio de los Magos,con su particular calma,solo un borracho que salia de la taberna quebraba aquel silencio acogedor.
Entre en casa de Even y allí estaba ella sentada a la mesa:

-Diosa...te dije que te esperaría para cenar..y ¡tengo hambre! anda sientate que ya esta todo listo

-Es que no he venido sola.

-Pues que pase y se siente que donde comen dos comen tres-dijo sin volverse mientras servía la suculenta cena-

Olía a puré de patatas casero,la receta que utilizaba era la de su abuela materna,no había puré mas delicioso que el de la Señora Fulgen,y a filetes de ternera con nata y champiñones,pan recién hecho,una copiosa ensalada y un buen vino...despertaba la gula mas recóndita aquel delicioso banquete,pero debía centrarme la cena debía esperar....un poco mas.

-Veras Even...es que es algo pequeño...

La maga se volvió intrigada y contempló entre mis brazos a aquel pequeño osito herido y casi sin conocimiento,sin mediar palabra se acercó y comenzo a ejercer sus grandes conocimientos de primeros auxilios ayudada por mi.

-Ahora dormirá un rato,dejale sobre ese cojín y vamos a cenar de una vez...

Tras deshacernos de la escandalosa sangre del pequeño animal con una buena dosis de pura y cristalina agua,servimos la pitanza sobre la mesa y nos sentamos a degustarla con buen apetito mientras charlábamos animadamente:

-Ese osito Diosa...es de una especie rara ¿me equivoco?

-Para nada,es un oso negro de las cumbres de Dun Morogoh,los creía extinguidos,no había rastro de progenitor alguno,aun así antes de liberarlo o adoptarlo buscare a su familia.

-Y bueno..-dijo cambiando su tono a irónico-¿que tal te va con el "querido gnomo"?-una risa picaronamente malvada interrumpió su pregunta-

-¡Que metomentodo eres maga!-no pudiendo remediar la carcajada-no creas que te voy a dar detalles de mi relación con Bicar...es meramente profesional...ya que nuestras obligaciones son...el "cuerpo a cuerpo"...

-Claro...profesional...no soltáis prenda ninguno de los dos-suspiro resignada-anda ayudame a recoger y vamos a dormir que es tarde.

Me prepare un te,y me senté ante la chimenea para ver danzar las llamas sobre el tronco que se consumía,en mi mente se dibujaron los momentos vividos con mi gnomo de verde melena,el día del Festival del Solsticio de Verano especialmente,bailando alrededor del crepitante fuego,profanando las hogueras enemigas y brindando por el amor que mas tarde dejaríamos aflorar sin contenerlo,esa noche casi ocurre lo que ocurrió mas tarde,bajo la influencia de las llamas flirteando descaradamente el uno con el otro sin saber que no eran las simples bromas propias del festival sino que eran realmente los sentimientos que ardían en nuestros corazones palpitantes de deseo y afecto.

Arrullada por el recuerdo de la calidez del cuerpo de mi amado gnomo me dormí en aquel sillón frente al fuego.

Descansada me desperté animada por la brillante luz del astro rey,sin embargo una amarga sensación anudaba mi garganta y aprisionaba mi corazón...a mi Bicar le ocurría algo,podía presentirlo..cerré los ojos y vi su gesto preocupado leyendo una carta junto a la posada de Dalaran...

1 comentario:

  1. Esa es mi diosa, que los secretos de alcoba se queden en la alcoba.... y los de sofá, y los de campo, y los de taberna, y los de setas gigantes, y los de playas malditas, y los de.... Bueno, que me gusta que sepa guardar nuestros secretos (silba disimuládamente mientras se aleja).

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