jueves, 15 de octubre de 2009

Zaeryel

Acerco una de las esquinas del pergamino en que garabatéelos leones, a la llama bailarina de la vela que me ilumina, al contacto arde con rapidez y se apaga repentinamente, en lugar del esperado olor a quemado, huele a fruta fresca, Zaeryel se instala a mi lado, sentada en el borde de mi cama. Me mira tiernamente, sus encantadores rasgos se vuelven más delicados aún, el profundo cariño que profeso hacia ella torna mi tristeza en alegría.
En ella encontré el apoyo cuando flojeaba, el cariño cuando lo necesitaba, la confianza cuando la perdía y una inmensa cantidad de ternura, algo que parecía perdido en un mundo de guerras despiadadas rebosantes de sangre y dolor. Largas jornadas nocturnas pasamos cambiando el mundo, adornándolo con cintas de colores para alegrar su tan oscuro aspecto.
Tampoco ella se despidió y ahora entiendo el porqué, los dulces recuerdos de mis horas a su lado se instalan en la habitación, antes solitaria.
Aquel día, caminando por las empantanadas tierras de los Humedales, Potopo me mostró una nueva mascota, una cucaracha, un animal al que no le profeso estima alguna, mi reacción natural al verla fue resumida en esta frase:
-Jefe, ¡tu cuca es muy fea!
Las sonoras carcajadas de Zaeryel , que reía a mandíbula batiente, me hicieron caer en la cuenta de lo inapropiado de mis palabras pronunciadas espontáneamente y sin maldad alguna….
¡Ah! Que agradables horas e inocentes risas para salir del ajetreo triste de la vida del aventurero a sueldo…
Pequeño es mi recuerdo para tan gran Gnoma, las más oloras esencias se conservan en pequeños frascos.
Te extraño Zae, antes de partir me dijo que la puerta no se cierra porque yo soy la llave, ansío regresar y al abrir dicha puerta encontrarme su luminosa sonrisa esperándome.

1 comentario:

  1. Y como en su día te dije, cuando vuelvas encontrarás ésta sonrisa esperándote y unos pequeños brazos agarrándote fuertemente en un cálido abrazo.


    Por que tú eres la llave.

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